Por Felipe Enero
Estudiante de Lic. En Estudios
Internacionales
Y miembro del Grupo de Estudios Políticos
Universidad de Santiago de Chile
Las movilizaciones sociales que se han desarrollado
en Brasil durante los recientes días, en el marco de la iniciativa
gubernamental de aumentar a 3 reales ($700 pesos chilenos aproximadamente) la
tarifa del transporte público, han sorprendido a todo el mundo por su
espontaneidad, heterogeneidad, masividad y radicalidad. Las manifestaciones
fueron convocadas principalmente por el “Movimiento Passe Livre”, movimiento
ciudadano autonomista[i]
cuya principal demanda es la gratuidad de la tarifa del transporte público. Al
poco andar, las protestas han convocado también a organizaciones sociales
tradicionales como la Central Unitaria de Trabajadores del Brasil, ligada al
Partido de los Trabajadores; y la Unión Nacional de Estudiantes del Brasil,
liderada por las juventudes del Partido Comunista del Brasil.
Las condiciones
sociales y económicas de la protesta
Para comprender a fondo las causas del movimiento,
cabe señalar que, en el plano social, desde la llegada del PT al poder en el
2003 hasta nuestros días, Brasil ha vivido profundas transformaciones gracias a
políticas asistenciales como “La Bolsa Familia”, el aumento del gasto público
en Educación y Salud, y el aumento de los salarios reales mediante políticas de
diálogo social[ii].
De acuerdo a la Fundación Getulio Vargas, la clase media ha pasado de un 37% a
un 55% de la población[iii].
Por otra parte, The Economist señala que la pobreza ha bajado de un 35% a un
20%, mientras que la desigualdad se ha reducido levemente de 0.60 a 0.54 puntos[iv],
y el desempleo ha pasado de un 10% a un 6,5%[v].
Pese a las positivas cifras sociales, hoy la
economía Brasileña muestra serias complicaciones derivadas de la crisis
económica internacional y una progresiva des-industrialización[vi]
que afecta la competitividad global del país. El crecimiento económico a caído a
cerca de un 1.5% y la inflación se alza en los 6.5 puntos[vii],
hechos que han incidido tanto en la adopción de recortes del gasto público y la
privatización de empresas por parte del gobierno, así como en el aumento del
coste de la vida de vastos sectores de la población. La crisis de expectativas,
y la demanda por una mayor redistribución de la renta nacional que ha
articulado una clase media joven en crecimiento es una variable importante a
considerar.
El “minoritario”
gobierno Petista
El gobierno de Dilma Roussef se enmarca en una
continuidad con los gobiernos Petistas encabezados por Lula Da Silva, los
cuales han enarbolado las banderas del integracionismo latinoamericano, y el
cambio por un Brasil justo y democrático. Pese a la militancia de dichos
presidentes y los eslóganes manifestados, estos gobiernos se caracterizan por
ser de una heterogénea y frágil coalición que agrupa tanto a partidos
izquierdistas (como el PT, el PDT, y el PCdoB), centristas (PSC, PS) y
derechistas representantes de sectores medios y empresariales nacionales (PMDB,
PP, PR, PRB). Los partidos de izquierda solo agrupan a un 25%[viii]
del electorado y la representación parlamentaria, por lo cual, los principales
puntos del programa redistributivo y democrático han quedado postergados,
ocasionando una patente crisis de expectativas, desafección y fragmentación del
electorado Lulista y de izquierda. Este hecho, sumado a los casos de corrupción
que han afectado a altos funcionarios gubernamentales y el viraje pragmático
que ha adoptado la cúpula del PT, en especial durante el periodo de Roussef,
permite explicar la importante votación de descontento cercana al 20%, que obtuvo
la candidata del Partido Verde Marina Silva en las elecciones del 2010.
Una
contingencia política crítica y en disputa
La actual coyuntura política Brasilera se
caracteriza por la discusión en torno a 4 puntos: 1) El rol del Estado en la
economía, hecho que se manifiesta en los conflictos derivados de los recortes
fiscales y las privatizaciones; 2) una profunda reforma política que busca
establecer, entre otras cosas, transparencia y primarias al interior del los
partidos, el plebiscito, el referéndum e iniciativa popular de Ley; 3) la
democratización de los medios de comunicación; y 4) las candidaturas y
programas que disputaran las elecciones generales 2014. Es en este contexto en
que en el gobierno de Dilma acontece una disputa entre sectores programáticos
vs pragmáticos, en donde la figura de Lula da Silva se alza como el referente
capaz de aglutinar a las facciones en disputa.
Aprovechando la actual coyuntura crítica y el
confuso pragmatismo[ix]
de la administración Roussef, la reacción de la Derecha y los Medios de
Comunicación no se ha hecho esperar. Partidos como el PSDB, Demócratas y PTB,
han comenzado a indicar al PT como responsable de las protestas sociales apelando
a la “falta de ética”, y criticando su participación en las movilizaciones
callejeras. A su vez, a la par con las movilizaciones, han concretado un tácito
y amplio acuerdo electoral presidencial (que incluiría a la derecha
tradicional, al Partido Socialista y al Partido Verde) para arrebatarle la
presidencia al PT. En una declaración pública en relación a las protestas, el
presidente del PTB ha sido enfático en señalar que la candidata del Partido
Verde Marina Silva, podría canalizar el actual malestar ciudadano[x].
Por otro lado, los principales medios de comunicación han ocultado el resto de
las demandas del diverso movimiento social que ha salido a las calles, poniendo
en la palestra la crítica a los excesivos gastos gubernamentales relativos al
Mundial de Futbol del 2014, y el carácter anti-partidista y violentista de
algunas movilizaciones.
Conforme a ello, la reacción de los partidos de
izquierda ha sido de poner en la conducción de las manifestaciones a las
organizaciones sociales tradicionales como la CUT, UNE, y MST, para propiciar
las reformas que duermen en los salones del Congreso. Pese a los intentos y la
considerable capacidad de movilización de dichas organizaciones, de acuerdo a
diversos informes han acontecido actos de violencia[xi]
en contra de los manifestantes partidistas, lo que pone en una seria interrogante
la conducción de una manifestación que se ha proyectado pese a la conquista
parcial de congelamiento e incluso rebaja de la tarifa del transporte público.
Escenarios probables
Conforme a este somero análisis se pueden prever probables
escenarios, tales como: 1) Que el comité político de emergencia convocado por
Roussef logré generar una propuesta política que satisfaga a los manifestantes,
esto principalmente ligado a reformas políticas democráticas debido al carácter
anti-partidista y ciudadano que ha adoptado la movilización; 2) Que no se vean
satisfechas las demandas de la ciudadanía, situación que podría repercutir en
mayores hechos de violencia, contingencia favorable para un viraje conspirativo
de la derecha actualmente oficialista y la génesis de un “golpe blando”; 3) Que
como gran parte de los movimientos sociales espontáneos, este pierda
progresivamente su efervescencia pero logrando repercutir en la opinión pública
de forma negativa para el PT, en vista a la próxima contienda electoral, tal
como lo ha avizorado Roberto Jefferson, Presidente del centro-derechista PTB.
El objetivo de la derecha más dura del Brasil, como ha sido habitual en
gobiernos anteriores, es detener el progresivo aumento salarial y focalizar los
recursos públicos en subvenciones de la actividad económica de los grupos
exportadores, para así supuestamente promover el crecimiento y la
competitividad sistémica del país.
Estos escenarios probables, de profundización
democrática o regresión hacia modelos tradicionales de acumulación, dependerán
en gran parte de la “muñeca política” de Roussef y la cúpula petista, así como
del grado de lealtad o conspiratividad que puedan tener los oficialistas partidos
del centro y la derecha, como el PMDB y el Partido de la República. No hay que
olvidar que Brasil ya vivió un juicio político presidencial en los 90 en contra
del Presidente derechista Collor de Melo, y que actualmente el Vicepresidente
del Brasil es un declarado Liberal del PMDB, Michel Temer.
[i]
Desde su creación en el Foro Social Mundial del año 2003, el movimiento se
declara horizontal, apartidista, federalista (mediante el trabajo en redes) e
independiente.
[ii]
Durante el Gobierno de Lula, Estado, Centrales Sindicales y Gremios empresariales
ligados al mercado interno, concretaron acuerdos con el propósito de estimular
el consumo y la cohesión social.
[iii]http://i1.r7.com/data/files/2C95/948F/30D0/6B15/0130/D27C/B7E4/70FE/graficoParticipacaoClasseMedia.png
[iv] http://media.economist.com/sites/default/files/20111105_INC873_0.gif
[v] http://contenidos2.tn.com.ar/2011/05/04/brasil.jpg
[vi] https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/geos/br.html
[vii] http://www.lacapital.com.ar/el-mundo/La-floja-economia-de-Brasil-le-pasa-la-factura-a-Dilma-en-los-sondeos-20130610-0005.html
[viii]
http://www.tse.jus.br/
[ix]
Véase las polarizadas políticas que circundan en el círculo oficialista en http://www.publico.pt/mundo/noticia/dilma-pressionada-para-mudar-1597866
[x] http://www.ptb.org.br/?page=ConteudoPage&cod=36648
[xi] http://noticias.portalbraganca.com.br/nacional/manifestacoes-pelo-brasil-conflito-faz-participantes-baixarem-bandeiras-de-partidos-politicos.php
Compañero:
ResponderEliminarEn primer lugar me alegra y saludo que los comunistas nos demos el tiempo y el trabajo de realizar ejercicios de análisis de la realidad. Sólo así fortalecemos nuestras posiciones políticas e ideológicas.
Ahora, respecto a la columna, me surgen algunos comentarios:
1. Las cifras entregadas que dan cuenta de "profundas transformaciones" hay que tomarlas sin tanto entusiasmo. En primer lugar, las "profundas transformaciones" pueden ser cualquier cosa; Chile las ha tenido de forma radical desde el golpe a la fecha, con las consecuencias que ya todos conocemos. Por otra parte, y en la misma línea, todos los datos que entregas -reducción de la pobreza, aumento del gasto público, baja en el desempleo e, incluso, reducción de la desigualdad (aunque sea en un nivel bajo)- son datos de los que se pueden jactar tanto quienes participaron en el gobierno de la dictadura como aquellos que trabajaron en los gobiernos de la Concertación. Por lo tanto, son números que no dicen nada respecto al carácter del gobierno, pues Chile ha logrado esos resultados tomando el camino del neoliberalismo más radical. Lo mismo respecto a los bonos; no podemos estar celebrando el aumento del gasto público si éste se realiza en bonos. Para quienes somos de izquierda, sabemos que el problema del neoliberalismo no es el monto del bono, sino que el bono en sí.
2. No podemos caer en la trampa de la "clase media". Entiendo que la idea es plantear que un segmento de la población ha aumentado sus ingresos, pero los marxistas -incluso reconociendo la gran heterogeneidad y lo abierto de este debate- sabemos que una clase no se define por los ingresos.
3. El carácter minoritario del PT en una alianza que incluye partidos de derecha y que está representando los intereses de sectores de la burguesía debe poner varias preguntas en el tapete, que no pueden responderse con un simple "es que es un gobierno en disputa" o la clásica excusa de la minoría. Preguntas que no se abordan en este artículo y que, dada ciertas semejanzas, debiéramos estar planteándonos nosotros también. Porque llega un punto en que, si nos planteamos objetivos estratégicos de izquierda -el socialismo-, no es posible sostener alianzas tácticas con sectores abiertamente reaccionarios. ¿En qué momento se perspectiva dar el salto hacia una alianza de izquierda que permita, efectivamente, terminar con el neoliberalismo y dar pasos concretos hacia el socialismo? Esa falta de claridad es la que tiene a los sectores de izquierda de la coalición gobernante secuestradas -interna y externamente- por las posturas de derecha.
4. Respecto a lo último, recuerdo la frase de Radomiro Tomic “cuando se pacta con la derecha es la derecha la que gana”. Obviamente es una consigna y no tiene que ser, necesariamente, así siempre. Pero en las alianzas con la derecha -entiéndase por derecha, sectores neoliberales- es la derecha la que marca la pauta. Y lo logra no mediante la imposición de sus políticas por sobre la de los partidos de izquierda, sino porque los mismos partidos de izquierda, en su interior, incorporan las posturas de derecha (basta ver el caso de la Concertación).
5. Por lo mismo, es sumamente engañoso y propio de las categorías burguesas de análisis político presentar la dicotomía en la alianza gobernante y en el PT mismo como una entre sectores "programáticos vs pragmáticos". El pragmatismo no es una postura política. El pragmatismo obedece a intereses políticos determinados por una posición de clase. Lo que se está imponiendo en el PT y en la alianza no es el "pragmatismo", sino los intereses de sectores de la burguesía que, en medio de esta "confusión" y de la heterogeneidad de la coalición gobernante, sólo buscan sacara una buena tajada para hacer lo que la burguesía hace: acumular a costa del trabajo ajeno.
ResponderEliminar6. Me parece importante destacar estos aspectos para no confundirnos a la hora de analizar el proceso brasileño, por varios motivos. Si nos engañamos respecto al carácter progresista de un gobierno neoliberal, estamos muy cerca de confundirnos respecto a nuestro propio camino político. En este sentido, si estamos defendiendo los gobiernos del PT en base a cifras macroeconómicas de las cuales se puede vanagloriar la Concertación, creo que nuestra posición política e ideológica se debilita mucho y corremos un riesgo grave y real de pasar de ser un partido de izquierda a ser uno progresista o socialdemócrata.
Saludos fraternos!
Daniel (Paruski).
Buenas tardes voy de compras al máximo de aquellos que dicen los prestamistas
ResponderEliminarescros son todo lo que han preparado la investigación que ha sido 2 años
estoy hecho estafados por gens.Moi visité un préstamo Ad Sitio
especialmente entre grave en todo el mundo y han experimentado
maravillosa mujer llamada Sra Fredia LAILA
y cualquiera que me ayuda
concedido un préstamo de € 30.000 que tengo que pagar más de 15 años con una muy
Poco interés por parte de ella, o 2% en mi período de préstamo y no el
mañana siguiente recibí el dinero sin protocole.Besoin crédito
personal, su banco no le prestará usted da, usted está bajo permanente
otros están hablando con él y apretar satisfecho, pero atención
que no les gusta reembolso
préstamos. He aquí su correo electrónico: fredialaila@gmail.com