jueves, 21 de noviembre de 2013

Escenarios Constituyentes en el Nuevo Ciclo Político Chileno


Por Felipe Enero Segovia
Estudiante de Lic. En Estudios Internacionales
Universidad de Santiago de Chile

Introducción

Las contradicciones estructurales manifiestas y latentes en el país y el incendiario debate acerca de la necesidad o no de realizar una Asamblea Constituyente, requieren con prontitud aclarar algunos aspectos claves de este tipo de proceso constituyente. La Asamblea Constituyente ha demostrado ser exitosa para la profundización de la gobernabilidad democrática en múltiples casos, cuando su convocatoria y diseño se realiza conforme al acuerdo entre el Ejecutivo y las principales fuerzas políticas del país,  y su producto, es decir la Nueva Constitución, consagra un equilibrio efectivo de poderes. Con los resultados de las elecciones generales del pasado domingo 17 de noviembre, el País está en condiciones de llevar a cabo un gran acuerdo Nacional. La super-mayoría obtenida por el pacto opositor en ambas cámaras; las declaraciones a favor de una Asamblea Constituyente de los candidatos presidenciales[i] [ii] que reunieron a cerca del 70% del electorado; la disposición de algunos personeros de la derecha como Ossandón y Horvath[iii] y del centro[iv] de aceptar un proceso de este tipo, abren las puertas a diversos escenarios que serán presentados a continuación.


1. Una crisis latente

El actual panorama político Nacional se caracteriza por la agudización de contradicciones estructurales, algunas endémicas en la Región[v] y otras de especial peculiaridad en Chile, es decir, por una progresiva crisis de legitimidad política; una creciente conflictividad social; y por la existencia de una economía con múltiples aristas de alta fragilidad.

La primera característica se refleja en los resultados de la Encuesta Nacional UDP del segundo semestre del 2003[vi], la cual afirma la existencia de una progresiva desafección ciudadana con los partidos políticos y el congreso (fenómeno corroborado con la baja participación electoral del pasado domingo[vii]); una alta valorización social de la intervención Estatal en asuntos económicos y sociales; y un mayoritario apoyo a la redacción de una Nueva Constitución. El segundo punto se advierte conforme a la multiplicación, diversificación y masificación de la protesta social en los últimos años; así como a la tendencia de democratización interna e independización de los principales movimientos sociales respecto a la cooptación gubernamental[viii]. A su vez, la fragilidad económica se manifiesta al observar la relevancia de los commodities y las actividades financieras en el PIB y en el comercio exterior, -sectores afectados por la reducción de precios en el mercado externo[ix] y a la especulación bursátil respectivamente-; una alta concentración de la riqueza; y el importante papel que juega el crédito en el consumo privado[x].

Estos tres factores estructurales, unidos a la contingencia de un gobierno con escaza capacidad de  solucionar conflictos y realizar concesiones,  explican en gran medida el transversal discurso reformista que han instalado las fuerzas políticas del país en las pasadas elecciones. Más allá de la diversidad ideológica y programática, si sumamos a los candidatos que manifestaron la necesidad de elaborar un Nuevo Pacto Social, cerca del 72% del electorado se manifestó a favor de dicha opción.


2. Asamblea Constituyente: ¿desenlace radical de la crisis?

De acuerdo al experto Constitucional Yash Ghai[xi], las nuevas constituciones marcan el comienzo de una nueva época para muchas Naciones, debido a que buscan expresar la hegemonía de nuevas fuerzas sociales; redistribuir los poderes y recursos de un país; enriquecer y reforzar la unidad e identidad Nacional; promover la educación cívica; el conocimiento y respeto por la Constitución y las leyes; identificar nuevos objetivos y valores Nacionales tales como la democracia y la igualdad; y mejorar la legitimidad y confianza ciudadana en las instituciones.

Cuando las Nuevas Constituciones son creadas mediante Asambleas Constituyentes en donde prima la representatividad y el consenso de y entre las diversas fuerzas políticas y sociales, con canales efectivos de participación ciudadana, y con la perspectiva de inaugurar un Nuevo Marco Constitucional con equilibrio de poderes, el resultado ha tenido amplios efectos positivos para la gobernabilidad democrática[xii].  En ese marco, cabe precisar que si bien las Asambleas Constituyentes son por esencia expresión de la voluntad constituyente originaria, -es decir del pueblo-, están conformadas por Partidos Políticos y rigurosamente normadas. Este aspecto pragmático yace reducidamente abordado en el debate actual, el cual, bajo la influencia de la élite conservadora, más  bien pone sobre la palestra supuestos elementos “anárquicos y disruptivos”, infundados conforme a la experiencia internacional.

Algunos elementos claves de las Asambleas Constituyentes que pueden ser pactados previamente entre las principales fuerzas políticas y sociales son:

a. Los mecanismos de representación y participación ciudadana: En este aspecto, cabe mencionar el tamaño de la Asamblea Constituyente y el sistema electoral que regirá la elección de asambleístas (grado de proporcionalidad); los mecanismos de discriminación positiva a favor de sectores en posición de poder desigual, tales como las mujeres y las minorías étnicas; y los mecanismos  de intervención de la ciudadanía, la sociedad civil y los expertos. A modo de ejemplo, la Asamblea Constituyente Brasileña estableció el mecanismo de las “Enmiendas Populares”, las cuales debían contar con 30.000 firmas para su inserción en el debate constituyente.

b. Los procedimientos de deliberación: Dice relación con los procedimientos para conformar comisiones temáticas; conformar bancadas; el grado de transparencia o confidencialidad de las discusiones (de particular importancia en debates álgidos relativos al rol del Estado en la economía y el carácter Nacional o Pluri-Nacional de este); y los plazos para discutir cada temática. Una asamblea constituyente exitosa dura cerca de un año.

c. Los procedimientos para la toma de decisión e implementación: Este aspecto guarda relación con los criterios y quórums para aprobar los contenidos del texto (la experiencia internacional sugiere priorizar el consenso, pero en su defecto, que se adopten las decisiones bajo la regla de la mayoría absoluta para evitar sobre-representación de minorías) y los organismos y plazos pertinentes para la implementación de la Nueva Carta Magna.


3. Escenarios Constituyentes

En materia constitucional, el programa de la Nueva Mayoría[xiii] señala que están las condiciones para iniciar un nuevo ciclo político, económico y social en el país. Para impulsar este nuevo ciclo, sería necesario un nuevo Marco Constitucional que garantice derechos, prestigie la política por medio de mayores y mejores canales de representación y participación, que establezca un nuevo sistema electoral de carácter proporcional y que abra oportunidades de mayor desarrollo económico mediante la innovación y la promoción de la ciencia y la tecnología.

El programa señala que si bien, los contenidos de la Nueva Constitución serán “definidos por el pueblo en su conjunto”, se pueden identificar ciertos contenidos básicos e innovadores respecto de la actual Constitución, que son necesarios para el desarrollo de este Nuevo Ciclo, tales como el establecimiento de un Estado social y democrático de Derecho; la consagración de los derechos y libertades colectivas e individuales, los derechos sexuales y reproductivos y la igualdad efectiva entre hombres y mujeres; la consagración de la función social del derecho de propiedad;  el establecimiento de un sistema electoral proporcional y la eliminación de los quórums mega-mayoritarios; y la elección de las autoridades ejecutivas regionales con mayores potestades.

En ese sentido, el programa establece que el Proceso Constituyente deberá ser Democrático, Institucional y Participativo. Se puede deducir entonces que: 1) Deberá iniciarse conforme a un indicador de voluntad popular, -como el resultado electoral del pasado domingo-,  y bajo un consenso entre las principales fuerzas políticas y sociales; 2) Bajo el precepto anterior, el proceso constituyente será plenamente Institucional ya que se circunscribirá en principios  y normas consagrados por la doctrina jurídica, como el principio del poder constituyente originario y el principio de autodeterminación de los pueblos, este último consagrado en el derecho y la práctica Internacional; y 3) Deberá establecer canales o “inputs” de participación ciudadana.

En virtud de estas premisas programáticas de gran plasticidad, y por ende, sujetas a interpretación y operacionalización de acuerdo al curso de los acontecimientos; las diversas posiciones existentes dentro de la Nueva Mayoría; y las recientes posiciones adoptadas por dirigentes sociales, ex candidatos presidenciales y personeros de la derecha, se pueden inferir tres escenarios probables, cuyo desarrollo y desenlace tendrá puntos críticos, como el actual periodo previo a la segunda vuelta, y la tramitación de las Reformas Educacionales y Tributarias.

a.            Nueva Constitución desarrollada mediante Comisión Constitucional

En este escenario el Gobierno, la Nueva Mayoría y los sectores blandos de la derecha lograrían un acuerdo para conformar una Comisión Constituyente en el parlamento que estaría encargada de redactar una propuesta de Nuevo Texto Constitucional, el cual, conforme a la doctrina y la experiencia comparada, deberá ser ratificado mediante plebiscito. Este escenario constituye una salida elitista a la crisis de legitimidad política que vive el país, ya que constriñe el debate ciudadano, podría instalar un sistema electoral proporcional de altísima barrera de entrada (como lo que ocurre con la elección de CORES[xiv]) y resguardar el carácter subsidiario del Estado. Este escenario es poco auspicioso debido a la férrea oposición que llevarían a cabo los parlamentarios que han suscrito el compromiso de impulsar la Asamblea Constituyente, así como el Movimiento Social. Más aun, este desenlace es crítico tomando en consideración el volátil escenario que debe visualizar la Nueva Mayoría sin Michelle Bachelet el 2017.


b.            Nueva Constitución desarrollada mediante Asamblea Constituyente

En este escenario el Gobierno, la Nueva Mayoría y los sectores blandos de la derecha generarían un acuerdo para convocar y establecer una asamblea constituyente. Dicho acuerdo, probablemente incluiría los siguientes criterios: 1) La elaboración de un ante proyecto constitucional que serviría de base para la discusión, y como modo de pre-consensuar ciertos puntos críticos como el carácter del Estado y su rol en la economía. Lo ideal sería dotar al Estado con la capacidad de emprender actividades económicas resguardando el derecho de propiedad; 2) La definición previa del sistema electoral de elección de constituyentes, el cual deberá establecer el tamaño de la Asamblea Constituyente, el grado de proporcionalidad y criterios de discriminación positiva a favor de las mujeres y las minorías étnicas. Probablemente sería un sistema electoral similar al que se está consensuando entre la Nueva Mayoría y RN, que establece una barrera de entrada de entre un 10 a un 5%; y 3) La elaboración de una normativa de funcionamiento de la Asamblea Constituyente, la cual establecería los mecanismos de conformación de la directiva de la asamblea, la conformación de las diversas comisiones, los quórums de aprobación  de los contenidos constitucionales y los inputs de participación ciudadana y de expertos.

c.            Crisis Política con desenlace incierto

Desde un enfoque de teoría de la acción racional es el escenario menos probable debido a que, las crisis de legitimidad e incertidumbre política, en progresivo aumento en Chile de acuerdo a los más variados y prestigiosos estudios, aumentan en demasía los costos subjetivos y objetivos, tanto para las principales fuerzas políticas como económicas. En este escenario no habría acuerdo entre el Gobierno, la Nueva Mayoría y la derecha blanda para generar un Nuevo Marco Constitucional. Los principales puntos del programa de la nueva Mayoría se verían truncados frente a los altos quórums de aprobación legislativa, denegados por la derecha, provocando un radical aumento de la protesta social y de la desconfianza ciudadana en las Instituciones y el Sistema político. Este escenario puede tener un desenlace populista, que pueden ser tanto progresistas como derechista, con los costos que ello implica en cuanto a concentración del poder político en el ejecutivo y el despliegue de plataformas económicas insustentables en el mediano y largo plazo.


Conclusión

Como se puede apreciar, el país vive en una latente crisis estructural que no encuentra solución en el actual marco normativo carente de legitimidad de origen, con enclaves autoritarios, y sobre-ideologizado en lo económico. Es necesario refundar el Pacto Social. Las Asambleas Constituyente no son órganos difusos y radicalizados, sino que expresan la correlación de fuerzas políticas y sociales existentes en una contingencia determinada. Tras los resultados de las elecciones del domingo, están las condiciones para impulsar un Nuevo Ciclo. Una de las tareas principales de la probable futura Presidenta y el nuevo Gobierno radica en impulsar con prontitud, un diálogo político y social que permita instalar una Asamblea Constituyente y avanzar por la senda de un desarrollo más inclusivo y democrático, frenando las tentaciones populistas y autoritarias.







[i] http://www.soychile.cl/Valdivia/Policial/2013/06/07/178938/Franco-Parisi-se-mostro-dispuesto-a-modificar-la-constitucion-politica-a-traves-de-una-asamblea-constituyente.aspx
[ii] http://www.latercera.com/noticia/politica/2013/11/674-552222-9-enriquezominami-se-impone-a-parisi-y-busca-capitalizar-tercer-lugar.shtml
[iii] http://www.lanacion.cl/horvath-estoy-disponible-para-reforma-constitucional-y-no-temo-a-la-ac/noticias/2013-11-19/225401.html
[iv] http://www.cooperativa.cl/noticias/pais/politica/elecciones/alejandra-sepulveda-no-le-tengo-temor-a-una-asamblea-constituyente/2013-11-18/124953.html
[v] PNUD (2008), “Escenarios políticos en América Latina: Concepto, métodos y observatorio Regional”. Ed. Siglo XXI, New York.
[vi] http://www.encuesta.udp.cl/wp-content/uploads/2013/10/PPT-Encuesta-ICSO-UDP-2013.pdf
[vii] De acuerdo a los datos entregados por el Servicio Electoral, solo el 50% del electorado acudió a las urnas. http://www.servel.cl
[viii] Mella Polanco, Marcelo, Berríos Silva, Camila, (2013) “Gobernabilidad, democratización y conflictividad social en Chile: escenarios posibles para un nuevo equilibrio”. Revista Polis. Visto el 20 de noviembre del 2013 en http://polis.revues.org/9149
[ix] http://www.americaeconomia.com/negocios-industrias/alerta-en-chile-por-eventual-fin-de-precios-altos-de-commodities
[x] http://interwp.cepal.org/cepalstat/WEB_cepalstat/Perfil_nacional_economico.asp?Pais=CHL&idioma=e
[xi] Ghai, Yash (2006), “La Asamblea Constituyente en la elaboración de la Constitución Política”. International Institute for Democracy and Electoral Assitance IDEA, Sweden. Visto el 20 de noviembre del 2013 en http://www.idea.int/americas/upload/Yash_Ghai_Constituent_Assemblies_Spanish_final_text_for_workshop_17july06.pdf
[xii] Tras finalizar el trabajo de las respectivas Asambleas Constituyentes, variados países vivieron periodos de estabilidad institucionalidad históricamente inéditos. Algunos de estos países habían padecido endémicos fenómenos de exclusión social e intervencionismo militar (Brasil, Bolivia y España), alta volatilidad electoral (Ecuador) y conflictividad social (Colombia).
[xiii] http://michellebachelet.cl/programa/
[xiv] Para mayor detalle sobre Ingeniería Electoral, consultar en Nohlen Dieter, (2004) “Sistemas Electorales y Partidos Políticos”. Ed. Fondo de Cultura Económica, España.

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