jueves, 12 de febrero de 2015

Chile 2015: El año de la democracia participativa



Felipe Enero Segovia
Analista en Políticas y Asuntos Internacionales
Universidad de Santiago de Chile
Estudiante Magíster en Estrategia Internacional y Política Comercial
Universidad de Chile

El 2014 y comienzos del 2015 ha dejado tras de sí una serie de políticas que aceleran la construcción del “Chile de todos” enarbolado por la Presidenta Bachelet. Entre ellas, reformas que de acuerdo a CEPAL y PNUD fueron postergadas durante décadas, como la tributaria, educacional, electoral, laboral, despenalización de la interrupción del embarazo y mayores derechos para la comunidad LGBT. Pero también, han salido a la luz pública hechos de corrupción, decisiones judiciales de dudosa probidad y tráfico de influencias que agudizan la percepción ciudadana de atropello sistemático,  desigualdad y cooptación del poder político por parte de la alta élite empresarial-rentista. 

En ese sentido, las políticas de transparencia y participación ciudadana resultan claves para afrontar el desafío estratégico de la construcción de instituciones más transparentes, modernas e inclusivas, e impulsar un nuevo marco constitucional legítimo que facilite el avance hacia un Estado social de derechos, una democracia de alta intensidad y un desarrollo económico sustentable. 

Haciendo un breve recorrido histórico, bajo fuertes presiones de la sociedad civil, en el año 2011 el Presidente Sebastian Piñera dicta la Ley 20.500 sobre asociaciones y participación ciudadana en la gestión pública. Dicha ley que tuvo su impulso inicial durante el gobierno del Presidente Lagos, consagra nuevos derechos y mecanismos de participación tales como los consejos de la sociedad civil, cuentas públicas participativas y consultas ciudadanas. Si bien la ley constituye un avance, la carencia de recursos sustantivos para el fortalecimiento de la sociedad civil, la inexistencia de mecanismos de participación más incidentes y vinculantes, y por sobre todo, la inexistencia de instrumentos efectivos de seguimiento y fiscalización, dieron pié a la implementación discrecional de la norma de acuerdo a los preceptos neo-corporativistas y tecnocráticos del gobierno de derecha. Múltiples consejos de la sociedad civil fueron constituidos fuera de los parámetros democráticos, siendo convocados tan solo un par de ocasiones para la “foto protocolar”. A las cuentas públicas solo acudieron las organizaciones sociales afines al gobierno y las consultas ciudadanas fueron poco recurrentes y por lo general ligadas a temáticas irrelevantes o de alto calibre técnico. 

Con la llegada de la presidenta Bachelet, y en particular el 6 de agosto del 2014, se dicta un nuevo Instructivo Presidencial de Participación Ciudadana con el fin de implementar efectivamente la ley 20.500 conforme a principios democráticos y promover nuevos mecanismos de participación más incidentes, tales como las audiencias públicas, cabildos y presupuestos participativos. Con el arribo de esta directriz, en lo que va del año se ha avanzado en la construcción de nuevas normas específicas de participación ciudadana en cada servicio público y gobierno local; unidades de participación ciudadana empoderadas y con planificación estratégica; consejos de la sociedad civil democráticos, muchos de ellos con inclusión de sectores históricamente postergados como las mujeres, pueblos originarios y migrantes,  y con respeto a la autonomía de las organizaciones; y, más allá de las complejas limitaciones institucionales y culturales, múltiples espacios de participación para el diseño de políticas públicas, como fue el caso de la Reforma Educacional, la creación del Ministerio de la Mujer, el impulso del Acuerdo de Unión Civil, el diseño de una nueva política migratoria y de una nueva política de Cooperación Internacional. 

Ahora bien, durante este 2015 y lo que resta del periodo presidencial, se vislumbran dos grandes desafíos que podrían dar forma a una participación ciudadana cuantitativa y cualitativamente superior respecto a décadas anteriores:

Primero, que la ciudadanía, sin perder su autonomía e ímpetu movilizador, aproveche la ventana de oportunidad que abren estos nuevos espacios de participación logrando mayor articulación e influencia en la “política formal”. Si bien Chile aun no cuenta con mecanismos de participación más vinculantes al estilo de Brasil, Uruguay, Estados Unidos y Suiza, tales como las iniciativas populares de ley, referéndums, plebiscitos, conferencias nacionales y consejos co-decisionales; los mecanismos de la ley 20.500 y el instructivo presidencial permiten controlar los actos administrativos de las autoridades y funcionarios, así como influir en el despliegue de procesos participativos para el diseño de políticas y programas. Esto resulta clave bajo la agenda política del presente año, que estará marcada principalmente por el debate acerca de la despenalización de la interrupción del embarazo, financiamiento de la política, descentralización, una nueva ley de Isapres, la reforma de la educación superior, el fortalecimiento de la educación pública, y la nueva Constitución de la República. Respecto a este último tema, la participación directa de la ciudadanía en las instituciones públicas resulta clave para desnudar la ingeniería institucional “Guzmaniana”, que reniega de la soberanía popular al no garantizar derechos sociales fundamentales, establecer inauditos quórums para la aprobación de leyes y consagrar un rol meramente subsidiario del Estado, el cual facilita el lucro y corrupción  con recursos públicos y la nula intervención cuando las actividades “privadas” socavan el interés general.  Por otra parte, fortalecer la presencia popular en los espacios locales de participación resulta clave para frenar a los tradicionales “caudillos clientelares”, así como la especulación, uso irracional y segregación del territorio. 

Y segundo,  que el gobierno aproveche este escenario participativo para establecer una administración pública más transparente, meritocrática, cercana y eficaz; impulsar reformas más legítimas y profundas, que permitan pasar a una etapa de mayor desarrollo social, democrático y de modernización del aparato productivo; así como la proyección de un bloque político y social de centro-izquierda más amplio y fuerte con miras a las elecciones generales 2017. Como indican algunos datos de encuestas tales como Adimark y CERC-MORI, la aprobación del gobierno y sus fuerzas políticas aumentará en la medida que se impulsen y vean los frutos de las reformas comprometidas ante la ciudadanía en el programa de gobierno; se dé curso a una lucha creíble y efectiva en contra de la corrupción; y se disipe la incertidumbre y campaña del terror en base al diálogo y participación  con la ciudadanía.

miércoles, 19 de febrero de 2014

CRISIS EN VENEZUELA: LECCIONES HISTÓRICAS Y PROPUESTAS



Por Felipe Enero Segovia
Egresado
Lic. en Estudios Internacionales
Universidad de Santiago de Chile

“No importa que el gato sea blanco o negro, mientras pueda cazar ratones es un buen gato” Deng Xiao Ping

Con esta frase, el líder del Partido Comunista Chino Deng Xiao Ping consagraba hacia fines de los 70 su política pragmática de modernización multinivel para que China pudiera avanzar hacia el comunismo, conforme a un sincretismo entre las estrategias esbozadas por los clásicos del marxismo y el confucionismo: Superar las relaciones de producción proto-capitalistas desarrollando las fuerzas productivas y mejorando las condiciones de existencia de la población (Marx y Engels); y alcanzar un mayor liderazgo político mundial para, -en algún momento (gradualismo confucionista)-, enfrentar la hegemonía imperialista (Lenin y Gramsci).

En cuanto al caso Venezolano y en relación al objetivo de mejorar las condiciones de existencia de la población, entre los años 2000 y 2011 la pobreza bajó de un 28% a un 17%; la tasa de desempleo pasó de un 15% a un 8%; la prevalencia del hambre de un 17% a un 5%; la desigualdad se ha reducido desde los 0.46 a los 0.40 puntos GINI;  la tasa bruta de matrícula en el nivel terciario pasó de un 38% a un 77%; y la confianza interpersonal ha aumentado de un 16% a un 26% (Cifras CEPAL y Banco Mundial). Dichos avances han sido gracias a la voluntad política de distribuir buena parte de la renta petrolera hacia sectores históricamente postergados.

Ahora bien, la seria crisis política que hoy presenta Venezuela tiene como base dichos antecedentes y ha sido anticipada por diversos organismos internacionales, e incluso, connotados personajes del chavismo como es el caso del intelectual alemán Heinz Dieterich. Las políticas de promoción social no han sido equilibradamente acompañadas de políticas pragmáticas de modernización Estatal y apertura racional, diversificación y sustentabilidad de la economía.  

El Estado venezolano, si bien posee amplios mecanismos de participación ciudadana, en lo fundamental se rige por un sistema hiper-presidencialista proclive a la confrontación política, tanto dentro como fuera del país, y una concentración desmesurada de la política económica, enclaves agravados por el acenso al poder del líder de la facción radical del PSUV, Nicolás Maduro. En los últimos años se ha exacerbado la integración de cuadros políticos por sobre los técnicos al aparato administrativo; se han postergado reformas profundas en el área judicial y policial, necesarias para reducir la altas cifras de percepción de corrupción, victimización y violencia (Transparencia Internacional); y se ha reducido la influencia internacional por no comprender el cambio de contexto que ha producido la crisis económica y la primavera árabe en la política exterior de los hegemones mundiales, ciudadanía y los oligopolios mediáticos transnacionales (valorización de las “libertades individuales” y la “democracia”).

Por otro lado, la economía venezolana (infraestructura o realidad concreta de acuerdo a la terminología marxista clásica) sigue dependiendo del crudo, cuya renta es sumamente volátil y ligada a la demanda internacional, generando un crecimiento del PIB que roza las cifras negativas (1%). Los altos aranceles se han constituido en rigurosas restricciones a la actividad empresarial, en particular de la pequeña y mediana empresa, ya que impiden la importación de infraestructura necesaria para la  diversificación y modernización productiva y la búsqueda de mercados que otorguen mayor valor a la producción nacional. La inversión externa directa es de las más bajas en el contexto Regional producto de la expropiación indiscriminada de empresas. Dichos fenómenos también han ocasionado que los sectores medios emergentes, de mayor amplitud gracias a las políticas de promoción social, exigen mayores derechos y reformas económicas para desenvolver su profesión.

Dichos antecedentes se hicieron notorios en las pasadas elecciones generales, en las cuales el oficialismo logró una estrecha mayoría, hecho que hacía presagiar la adopción de una estrategia más pragmática y gradualista, pero ocurrió todo lo contrario. ¿Qué deben hacer los herederos de Chávez ante un escenario tan complejo, que trae a colación contra-revoluciones (o contra-transformaciones progresistas) como las acaecidas contra Allende y el peronismo en los 70, contra los herederos de Torrijos y el Sandinismo hacia fines de los 80, y recientemente en contra de los primigenios procesos de cambio en Honduras y Paraguay?

Los bolivarianos deben reflexionar sobre las lecciones históricas de las mencionadas crisis con  desenlaces negativos, pero en particular sobre aquellas que permitieron la extensión de las conquistas sociales y la profundización del desarrollo, como los actuales casos de Ecuador y Bolivia, los países nórdicos en la Post-guerra y el caso Chino tras el fracaso del modelo maoísta, en las cuales la heterodoxia económica y el consenso político y social fue clave.

El diálogo político y social amplio y en múltiples niveles y temas constituye una apuesta prioritaria a considerar. Para ello, la asesoría política y técnica, así como la mediación de organismos internacionales como UNASUR, CEPAL, OIT y PNUD, o de Estados pivotes y neutrales como lo será Chile tras la asunción de la presidenta Bachelet, constituye una estrategia interesante para reducir los niveles de la confrontación discursiva buscando puntos de acuerdo en materia de reformas constitucionales y legales. El gobierno debe aprovechar el hecho de que la oposición se encuentra fragmentada y sin mayor acuerdo en cuanto a proyecto país. Se debe promover primero el diálogo con los sectores blandos no golpistas, en particular los  que se han ligado instrumentalmente con la Internacional Socialista.


Ya en cuanto a las definiciones estratégicas de la revolución bolivariana, el Congreso del PSUV que se llevará a cabo a finales de julio será clave. Si no se cambia el rumbo, cabe la seria probabilidad de que la estrecha mayoría obtenida por el PSUV en las recientes elecciones se invierta a favor de la oposición (objetivo que se busca con la desestabilización). Por el bien de la proyección de la Revolución Bolivariana y su mito, -que ha dado fuerza a la izquierda, movimientos sociales y a millares de ciudadanos del mundo-, Maduro debe afrontar la situación con la cabeza fría, o bien, dar un paso al costado en pos de los sectores que, como Deng Xiao Ping, tienen mayor claridad sobre los medios necesarios para alcanzar los lineamientos estratégicos trazados por los padres fundadores del socialismo científico. 

jueves, 21 de noviembre de 2013

Escenarios Constituyentes en el Nuevo Ciclo Político Chileno


Por Felipe Enero Segovia
Estudiante de Lic. En Estudios Internacionales
Universidad de Santiago de Chile

Introducción

Las contradicciones estructurales manifiestas y latentes en el país y el incendiario debate acerca de la necesidad o no de realizar una Asamblea Constituyente, requieren con prontitud aclarar algunos aspectos claves de este tipo de proceso constituyente. La Asamblea Constituyente ha demostrado ser exitosa para la profundización de la gobernabilidad democrática en múltiples casos, cuando su convocatoria y diseño se realiza conforme al acuerdo entre el Ejecutivo y las principales fuerzas políticas del país,  y su producto, es decir la Nueva Constitución, consagra un equilibrio efectivo de poderes. Con los resultados de las elecciones generales del pasado domingo 17 de noviembre, el País está en condiciones de llevar a cabo un gran acuerdo Nacional. La super-mayoría obtenida por el pacto opositor en ambas cámaras; las declaraciones a favor de una Asamblea Constituyente de los candidatos presidenciales[i] [ii] que reunieron a cerca del 70% del electorado; la disposición de algunos personeros de la derecha como Ossandón y Horvath[iii] y del centro[iv] de aceptar un proceso de este tipo, abren las puertas a diversos escenarios que serán presentados a continuación.


1. Una crisis latente

El actual panorama político Nacional se caracteriza por la agudización de contradicciones estructurales, algunas endémicas en la Región[v] y otras de especial peculiaridad en Chile, es decir, por una progresiva crisis de legitimidad política; una creciente conflictividad social; y por la existencia de una economía con múltiples aristas de alta fragilidad.

La primera característica se refleja en los resultados de la Encuesta Nacional UDP del segundo semestre del 2003[vi], la cual afirma la existencia de una progresiva desafección ciudadana con los partidos políticos y el congreso (fenómeno corroborado con la baja participación electoral del pasado domingo[vii]); una alta valorización social de la intervención Estatal en asuntos económicos y sociales; y un mayoritario apoyo a la redacción de una Nueva Constitución. El segundo punto se advierte conforme a la multiplicación, diversificación y masificación de la protesta social en los últimos años; así como a la tendencia de democratización interna e independización de los principales movimientos sociales respecto a la cooptación gubernamental[viii]. A su vez, la fragilidad económica se manifiesta al observar la relevancia de los commodities y las actividades financieras en el PIB y en el comercio exterior, -sectores afectados por la reducción de precios en el mercado externo[ix] y a la especulación bursátil respectivamente-; una alta concentración de la riqueza; y el importante papel que juega el crédito en el consumo privado[x].

Estos tres factores estructurales, unidos a la contingencia de un gobierno con escaza capacidad de  solucionar conflictos y realizar concesiones,  explican en gran medida el transversal discurso reformista que han instalado las fuerzas políticas del país en las pasadas elecciones. Más allá de la diversidad ideológica y programática, si sumamos a los candidatos que manifestaron la necesidad de elaborar un Nuevo Pacto Social, cerca del 72% del electorado se manifestó a favor de dicha opción.


2. Asamblea Constituyente: ¿desenlace radical de la crisis?

De acuerdo al experto Constitucional Yash Ghai[xi], las nuevas constituciones marcan el comienzo de una nueva época para muchas Naciones, debido a que buscan expresar la hegemonía de nuevas fuerzas sociales; redistribuir los poderes y recursos de un país; enriquecer y reforzar la unidad e identidad Nacional; promover la educación cívica; el conocimiento y respeto por la Constitución y las leyes; identificar nuevos objetivos y valores Nacionales tales como la democracia y la igualdad; y mejorar la legitimidad y confianza ciudadana en las instituciones.

Cuando las Nuevas Constituciones son creadas mediante Asambleas Constituyentes en donde prima la representatividad y el consenso de y entre las diversas fuerzas políticas y sociales, con canales efectivos de participación ciudadana, y con la perspectiva de inaugurar un Nuevo Marco Constitucional con equilibrio de poderes, el resultado ha tenido amplios efectos positivos para la gobernabilidad democrática[xii].  En ese marco, cabe precisar que si bien las Asambleas Constituyentes son por esencia expresión de la voluntad constituyente originaria, -es decir del pueblo-, están conformadas por Partidos Políticos y rigurosamente normadas. Este aspecto pragmático yace reducidamente abordado en el debate actual, el cual, bajo la influencia de la élite conservadora, más  bien pone sobre la palestra supuestos elementos “anárquicos y disruptivos”, infundados conforme a la experiencia internacional.

Algunos elementos claves de las Asambleas Constituyentes que pueden ser pactados previamente entre las principales fuerzas políticas y sociales son:

a. Los mecanismos de representación y participación ciudadana: En este aspecto, cabe mencionar el tamaño de la Asamblea Constituyente y el sistema electoral que regirá la elección de asambleístas (grado de proporcionalidad); los mecanismos de discriminación positiva a favor de sectores en posición de poder desigual, tales como las mujeres y las minorías étnicas; y los mecanismos  de intervención de la ciudadanía, la sociedad civil y los expertos. A modo de ejemplo, la Asamblea Constituyente Brasileña estableció el mecanismo de las “Enmiendas Populares”, las cuales debían contar con 30.000 firmas para su inserción en el debate constituyente.

b. Los procedimientos de deliberación: Dice relación con los procedimientos para conformar comisiones temáticas; conformar bancadas; el grado de transparencia o confidencialidad de las discusiones (de particular importancia en debates álgidos relativos al rol del Estado en la economía y el carácter Nacional o Pluri-Nacional de este); y los plazos para discutir cada temática. Una asamblea constituyente exitosa dura cerca de un año.

c. Los procedimientos para la toma de decisión e implementación: Este aspecto guarda relación con los criterios y quórums para aprobar los contenidos del texto (la experiencia internacional sugiere priorizar el consenso, pero en su defecto, que se adopten las decisiones bajo la regla de la mayoría absoluta para evitar sobre-representación de minorías) y los organismos y plazos pertinentes para la implementación de la Nueva Carta Magna.


3. Escenarios Constituyentes

En materia constitucional, el programa de la Nueva Mayoría[xiii] señala que están las condiciones para iniciar un nuevo ciclo político, económico y social en el país. Para impulsar este nuevo ciclo, sería necesario un nuevo Marco Constitucional que garantice derechos, prestigie la política por medio de mayores y mejores canales de representación y participación, que establezca un nuevo sistema electoral de carácter proporcional y que abra oportunidades de mayor desarrollo económico mediante la innovación y la promoción de la ciencia y la tecnología.

El programa señala que si bien, los contenidos de la Nueva Constitución serán “definidos por el pueblo en su conjunto”, se pueden identificar ciertos contenidos básicos e innovadores respecto de la actual Constitución, que son necesarios para el desarrollo de este Nuevo Ciclo, tales como el establecimiento de un Estado social y democrático de Derecho; la consagración de los derechos y libertades colectivas e individuales, los derechos sexuales y reproductivos y la igualdad efectiva entre hombres y mujeres; la consagración de la función social del derecho de propiedad;  el establecimiento de un sistema electoral proporcional y la eliminación de los quórums mega-mayoritarios; y la elección de las autoridades ejecutivas regionales con mayores potestades.

En ese sentido, el programa establece que el Proceso Constituyente deberá ser Democrático, Institucional y Participativo. Se puede deducir entonces que: 1) Deberá iniciarse conforme a un indicador de voluntad popular, -como el resultado electoral del pasado domingo-,  y bajo un consenso entre las principales fuerzas políticas y sociales; 2) Bajo el precepto anterior, el proceso constituyente será plenamente Institucional ya que se circunscribirá en principios  y normas consagrados por la doctrina jurídica, como el principio del poder constituyente originario y el principio de autodeterminación de los pueblos, este último consagrado en el derecho y la práctica Internacional; y 3) Deberá establecer canales o “inputs” de participación ciudadana.

En virtud de estas premisas programáticas de gran plasticidad, y por ende, sujetas a interpretación y operacionalización de acuerdo al curso de los acontecimientos; las diversas posiciones existentes dentro de la Nueva Mayoría; y las recientes posiciones adoptadas por dirigentes sociales, ex candidatos presidenciales y personeros de la derecha, se pueden inferir tres escenarios probables, cuyo desarrollo y desenlace tendrá puntos críticos, como el actual periodo previo a la segunda vuelta, y la tramitación de las Reformas Educacionales y Tributarias.

a.            Nueva Constitución desarrollada mediante Comisión Constitucional

En este escenario el Gobierno, la Nueva Mayoría y los sectores blandos de la derecha lograrían un acuerdo para conformar una Comisión Constituyente en el parlamento que estaría encargada de redactar una propuesta de Nuevo Texto Constitucional, el cual, conforme a la doctrina y la experiencia comparada, deberá ser ratificado mediante plebiscito. Este escenario constituye una salida elitista a la crisis de legitimidad política que vive el país, ya que constriñe el debate ciudadano, podría instalar un sistema electoral proporcional de altísima barrera de entrada (como lo que ocurre con la elección de CORES[xiv]) y resguardar el carácter subsidiario del Estado. Este escenario es poco auspicioso debido a la férrea oposición que llevarían a cabo los parlamentarios que han suscrito el compromiso de impulsar la Asamblea Constituyente, así como el Movimiento Social. Más aun, este desenlace es crítico tomando en consideración el volátil escenario que debe visualizar la Nueva Mayoría sin Michelle Bachelet el 2017.


b.            Nueva Constitución desarrollada mediante Asamblea Constituyente

En este escenario el Gobierno, la Nueva Mayoría y los sectores blandos de la derecha generarían un acuerdo para convocar y establecer una asamblea constituyente. Dicho acuerdo, probablemente incluiría los siguientes criterios: 1) La elaboración de un ante proyecto constitucional que serviría de base para la discusión, y como modo de pre-consensuar ciertos puntos críticos como el carácter del Estado y su rol en la economía. Lo ideal sería dotar al Estado con la capacidad de emprender actividades económicas resguardando el derecho de propiedad; 2) La definición previa del sistema electoral de elección de constituyentes, el cual deberá establecer el tamaño de la Asamblea Constituyente, el grado de proporcionalidad y criterios de discriminación positiva a favor de las mujeres y las minorías étnicas. Probablemente sería un sistema electoral similar al que se está consensuando entre la Nueva Mayoría y RN, que establece una barrera de entrada de entre un 10 a un 5%; y 3) La elaboración de una normativa de funcionamiento de la Asamblea Constituyente, la cual establecería los mecanismos de conformación de la directiva de la asamblea, la conformación de las diversas comisiones, los quórums de aprobación  de los contenidos constitucionales y los inputs de participación ciudadana y de expertos.

c.            Crisis Política con desenlace incierto

Desde un enfoque de teoría de la acción racional es el escenario menos probable debido a que, las crisis de legitimidad e incertidumbre política, en progresivo aumento en Chile de acuerdo a los más variados y prestigiosos estudios, aumentan en demasía los costos subjetivos y objetivos, tanto para las principales fuerzas políticas como económicas. En este escenario no habría acuerdo entre el Gobierno, la Nueva Mayoría y la derecha blanda para generar un Nuevo Marco Constitucional. Los principales puntos del programa de la nueva Mayoría se verían truncados frente a los altos quórums de aprobación legislativa, denegados por la derecha, provocando un radical aumento de la protesta social y de la desconfianza ciudadana en las Instituciones y el Sistema político. Este escenario puede tener un desenlace populista, que pueden ser tanto progresistas como derechista, con los costos que ello implica en cuanto a concentración del poder político en el ejecutivo y el despliegue de plataformas económicas insustentables en el mediano y largo plazo.


Conclusión

Como se puede apreciar, el país vive en una latente crisis estructural que no encuentra solución en el actual marco normativo carente de legitimidad de origen, con enclaves autoritarios, y sobre-ideologizado en lo económico. Es necesario refundar el Pacto Social. Las Asambleas Constituyente no son órganos difusos y radicalizados, sino que expresan la correlación de fuerzas políticas y sociales existentes en una contingencia determinada. Tras los resultados de las elecciones del domingo, están las condiciones para impulsar un Nuevo Ciclo. Una de las tareas principales de la probable futura Presidenta y el nuevo Gobierno radica en impulsar con prontitud, un diálogo político y social que permita instalar una Asamblea Constituyente y avanzar por la senda de un desarrollo más inclusivo y democrático, frenando las tentaciones populistas y autoritarias.







[i] http://www.soychile.cl/Valdivia/Policial/2013/06/07/178938/Franco-Parisi-se-mostro-dispuesto-a-modificar-la-constitucion-politica-a-traves-de-una-asamblea-constituyente.aspx
[ii] http://www.latercera.com/noticia/politica/2013/11/674-552222-9-enriquezominami-se-impone-a-parisi-y-busca-capitalizar-tercer-lugar.shtml
[iii] http://www.lanacion.cl/horvath-estoy-disponible-para-reforma-constitucional-y-no-temo-a-la-ac/noticias/2013-11-19/225401.html
[iv] http://www.cooperativa.cl/noticias/pais/politica/elecciones/alejandra-sepulveda-no-le-tengo-temor-a-una-asamblea-constituyente/2013-11-18/124953.html
[v] PNUD (2008), “Escenarios políticos en América Latina: Concepto, métodos y observatorio Regional”. Ed. Siglo XXI, New York.
[vi] http://www.encuesta.udp.cl/wp-content/uploads/2013/10/PPT-Encuesta-ICSO-UDP-2013.pdf
[vii] De acuerdo a los datos entregados por el Servicio Electoral, solo el 50% del electorado acudió a las urnas. http://www.servel.cl
[viii] Mella Polanco, Marcelo, Berríos Silva, Camila, (2013) “Gobernabilidad, democratización y conflictividad social en Chile: escenarios posibles para un nuevo equilibrio”. Revista Polis. Visto el 20 de noviembre del 2013 en http://polis.revues.org/9149
[ix] http://www.americaeconomia.com/negocios-industrias/alerta-en-chile-por-eventual-fin-de-precios-altos-de-commodities
[x] http://interwp.cepal.org/cepalstat/WEB_cepalstat/Perfil_nacional_economico.asp?Pais=CHL&idioma=e
[xi] Ghai, Yash (2006), “La Asamblea Constituyente en la elaboración de la Constitución Política”. International Institute for Democracy and Electoral Assitance IDEA, Sweden. Visto el 20 de noviembre del 2013 en http://www.idea.int/americas/upload/Yash_Ghai_Constituent_Assemblies_Spanish_final_text_for_workshop_17july06.pdf
[xii] Tras finalizar el trabajo de las respectivas Asambleas Constituyentes, variados países vivieron periodos de estabilidad institucionalidad históricamente inéditos. Algunos de estos países habían padecido endémicos fenómenos de exclusión social e intervencionismo militar (Brasil, Bolivia y España), alta volatilidad electoral (Ecuador) y conflictividad social (Colombia).
[xiii] http://michellebachelet.cl/programa/
[xiv] Para mayor detalle sobre Ingeniería Electoral, consultar en Nohlen Dieter, (2004) “Sistemas Electorales y Partidos Políticos”. Ed. Fondo de Cultura Económica, España.

jueves, 20 de junio de 2013

BRASIL EN LA ENCRUCIJADA: MAS Y MEJOR DEMOCRACIA O REGRESION


Por Felipe Enero
Estudiante de Lic. En Estudios Internacionales
Y miembro del Grupo de Estudios Políticos
Universidad de Santiago de Chile

Las movilizaciones sociales que se han desarrollado en Brasil durante los recientes días, en el marco de la iniciativa gubernamental de aumentar a 3 reales ($700 pesos chilenos aproximadamente) la tarifa del transporte público, han sorprendido a todo el mundo por su espontaneidad, heterogeneidad, masividad y radicalidad. Las manifestaciones fueron convocadas principalmente por el “Movimiento Passe Livre”, movimiento ciudadano autonomista[i] cuya principal demanda es la gratuidad de la tarifa del transporte público. Al poco andar, las protestas han convocado también a organizaciones sociales tradicionales como la Central Unitaria de Trabajadores del Brasil, ligada al Partido de los Trabajadores; y la Unión Nacional de Estudiantes del Brasil, liderada por las juventudes del Partido Comunista del Brasil.


Las condiciones sociales y económicas de la protesta

Para comprender a fondo las causas del movimiento, cabe señalar que, en el plano social, desde la llegada del PT al poder en el 2003 hasta nuestros días, Brasil ha vivido profundas transformaciones gracias a políticas asistenciales como “La Bolsa Familia”, el aumento del gasto público en Educación y Salud, y el aumento de los salarios reales mediante políticas de diálogo social[ii]. De acuerdo a la Fundación Getulio Vargas, la clase media ha pasado de un 37% a un 55% de la población[iii]. Por otra parte, The Economist señala que la pobreza ha bajado de un 35% a un 20%, mientras que la desigualdad se ha reducido levemente de 0.60 a 0.54 puntos[iv], y el desempleo ha pasado de un 10% a un 6,5%[v].

Pese a las positivas cifras sociales, hoy la economía Brasileña muestra serias complicaciones derivadas de la crisis económica internacional y una progresiva des-industrialización[vi] que afecta la competitividad global del país. El crecimiento económico a caído a cerca de un 1.5% y la inflación se alza en los 6.5 puntos[vii], hechos que han incidido tanto en la adopción de recortes del gasto público y la privatización de empresas por parte del gobierno, así como en el aumento del coste de la vida de vastos sectores de la población. La crisis de expectativas, y la demanda por una mayor redistribución de la renta nacional que ha articulado una clase media joven en crecimiento es una variable importante a considerar.


El “minoritario” gobierno Petista

El gobierno de Dilma Roussef se enmarca en una continuidad con los gobiernos Petistas encabezados por Lula Da Silva, los cuales han enarbolado las banderas del integracionismo latinoamericano, y el cambio por un Brasil justo y democrático. Pese a la militancia de dichos presidentes y los eslóganes manifestados, estos gobiernos se caracterizan por ser de una heterogénea y frágil coalición que agrupa tanto a partidos izquierdistas (como el PT, el PDT, y el PCdoB), centristas (PSC, PS) y derechistas representantes de sectores medios y empresariales nacionales (PMDB, PP, PR, PRB). Los partidos de izquierda solo agrupan a un 25%[viii] del electorado y la representación parlamentaria, por lo cual, los principales puntos del programa redistributivo y democrático han quedado postergados, ocasionando una patente crisis de expectativas, desafección y fragmentación del electorado Lulista y de izquierda. Este hecho, sumado a los casos de corrupción que han afectado a altos funcionarios gubernamentales y el viraje pragmático que ha adoptado la cúpula del PT, en especial durante el periodo de Roussef, permite explicar la importante votación de descontento cercana al 20%, que obtuvo la candidata del Partido Verde Marina Silva en las elecciones del 2010.


Una contingencia política crítica y en disputa

La actual coyuntura política Brasilera se caracteriza por la discusión en torno a 4 puntos: 1) El rol del Estado en la economía, hecho que se manifiesta en los conflictos derivados de los recortes fiscales y las privatizaciones; 2) una profunda reforma política que busca establecer, entre otras cosas, transparencia y primarias al interior del los partidos, el plebiscito, el referéndum e iniciativa popular de Ley; 3) la democratización de los medios de comunicación; y 4) las candidaturas y programas que disputaran las elecciones generales 2014. Es en este contexto en que en el gobierno de Dilma acontece una disputa entre sectores programáticos vs pragmáticos, en donde la figura de Lula da Silva se alza como el referente capaz de aglutinar a las facciones en disputa.

Aprovechando la actual coyuntura crítica y el confuso pragmatismo[ix] de la administración Roussef, la reacción de la Derecha y los Medios de Comunicación no se ha hecho esperar. Partidos como el PSDB, Demócratas y PTB, han comenzado a indicar al PT como responsable de las protestas sociales apelando a la “falta de ética”, y criticando su participación en las movilizaciones callejeras. A su vez, a la par con las movilizaciones, han concretado un tácito y amplio acuerdo electoral presidencial (que incluiría a la derecha tradicional, al Partido Socialista y al Partido Verde) para arrebatarle la presidencia al PT. En una declaración pública en relación a las protestas, el presidente del PTB ha sido enfático en señalar que la candidata del Partido Verde Marina Silva, podría canalizar el actual malestar ciudadano[x]. Por otro lado, los principales medios de comunicación han ocultado el resto de las demandas del diverso movimiento social que ha salido a las calles, poniendo en la palestra la crítica a los excesivos gastos gubernamentales relativos al Mundial de Futbol del 2014, y el carácter anti-partidista y violentista de algunas movilizaciones.

Conforme a ello, la reacción de los partidos de izquierda ha sido de poner en la conducción de las manifestaciones a las organizaciones sociales tradicionales como la CUT, UNE, y MST, para propiciar las reformas que duermen en los salones del Congreso. Pese a los intentos y la considerable capacidad de movilización de dichas organizaciones, de acuerdo a diversos informes han acontecido actos de violencia[xi] en contra de los manifestantes partidistas, lo que pone en una seria interrogante la conducción de una manifestación que se ha proyectado pese a la conquista parcial de congelamiento e incluso rebaja de la tarifa del transporte público.


Escenarios probables

Conforme a este somero análisis se pueden prever probables escenarios, tales como: 1) Que el comité político de emergencia convocado por Roussef logré generar una propuesta política que satisfaga a los manifestantes, esto principalmente ligado a reformas políticas democráticas debido al carácter anti-partidista y ciudadano que ha adoptado la movilización; 2) Que no se vean satisfechas las demandas de la ciudadanía, situación que podría repercutir en mayores hechos de violencia, contingencia favorable para un viraje conspirativo de la derecha actualmente oficialista y la génesis de un “golpe blando”; 3) Que como gran parte de los movimientos sociales espontáneos, este pierda progresivamente su efervescencia pero logrando repercutir en la opinión pública de forma negativa para el PT, en vista a la próxima contienda electoral, tal como lo ha avizorado Roberto Jefferson, Presidente del centro-derechista PTB. El objetivo de la derecha más dura del Brasil, como ha sido habitual en gobiernos anteriores, es detener el progresivo aumento salarial y focalizar los recursos públicos en subvenciones de la actividad económica de los grupos exportadores, para así supuestamente promover el crecimiento y la competitividad sistémica del país.

Estos escenarios probables, de profundización democrática o regresión hacia modelos tradicionales de acumulación, dependerán en gran parte de la “muñeca política” de Roussef y la cúpula petista, así como del grado de lealtad o conspiratividad que puedan tener los oficialistas partidos del centro y la derecha, como el PMDB y el Partido de la República. No hay que olvidar que Brasil ya vivió un juicio político presidencial en los 90 en contra del Presidente derechista Collor de Melo, y que actualmente el Vicepresidente del Brasil es un declarado Liberal del PMDB, Michel Temer.





[i] Desde su creación en el Foro Social Mundial del año 2003, el movimiento se declara horizontal, apartidista, federalista (mediante el trabajo en redes) e independiente.
[ii] Durante el Gobierno de Lula, Estado, Centrales Sindicales y Gremios empresariales ligados al mercado interno, concretaron acuerdos con el propósito de estimular el consumo y la cohesión social.
[iii]http://i1.r7.com/data/files/2C95/948F/30D0/6B15/0130/D27C/B7E4/70FE/graficoParticipacaoClasseMedia.png
[iv] http://media.economist.com/sites/default/files/20111105_INC873_0.gif
[v] http://contenidos2.tn.com.ar/2011/05/04/brasil.jpg
[vi] https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/geos/br.html
[vii] http://www.lacapital.com.ar/el-mundo/La-floja-economia-de-Brasil-le-pasa-la-factura-a-Dilma-en-los-sondeos-20130610-0005.html
[viii] http://www.tse.jus.br/
[ix] Véase las polarizadas políticas que circundan en el círculo oficialista en http://www.publico.pt/mundo/noticia/dilma-pressionada-para-mudar-1597866
[x] http://www.ptb.org.br/?page=ConteudoPage&cod=36648
[xi] http://noticias.portalbraganca.com.br/nacional/manifestacoes-pelo-brasil-conflito-faz-participantes-baixarem-bandeiras-de-partidos-politicos.php

viernes, 8 de marzo de 2013

La compleja nueva fase de la Revolución Bolivariana: ¿Priorización social vs Desarrollismo?



Por Felipe Enero Segovia
Estudiante de Lic. En Estudios Internacionales
Ayudante de Investigación Grupo de Estudios Políticos USACH


La muerte del Presidente Hugo Chávez ha abierto una serie de debates acerca de su gestión, no solo en la patria de Simón Bolivar sino que también en toda la región y el mundo. Pese a la patente campaña mediática injuriosa impulsada por los oligopolios informáticos cuando estaba con vida, bajo el pesar de su fallecimiento y las masivas manifestaciones ciudadanas en apoyo a su figura se han destacado en todo el orbe los avances políticos, económicos y sociales de su gestión.


El proceso de la Revolución Bolivariana y su posterior fase de Socialismo del siglo XXI, permitieron la génesis de la actual constitución política Venezolana, constitución de tinte neokeynesiano y democrático-participativa al otorgar al Estado un fuerte rol regulador e interventor en materia económica y social. En la Era Chavista el Estado ha recuperado áreas estratégicas de la economía nacional, se ha redistribuido la riqueza, he implementado una amplia gama de políticas sociales, principalmente en materia de educación, salud, y superación de la pobreza. Los indicadores sociales de organismos como el PNUD[1], el Banco Mundial[2] y el CIA Factbook[3], durante el periodo 2000-2012 son elocuentes. La expectativa de escolaridad ha aumentado desde los 10,5 a 14,2 años. El índice de desarrollo humano, el cual mide el impacto de las políticas públicas en materia de educación, salud e ingresos, ha aumentado exponencialmente desde los 0.656 puntos a los 0,735 puntos. La mortalidad materna se redujo desde las 84 a 68 muertes por cada 100.000 partos. El desempleo ha bajado desde el 16% al 8%. La tasa de pobreza nacional ha bajado del 55% al 31%. El PIB ha crecido en promedio un 5% anual pese a las coyunturas políticas y económicas críticas como el golpe de Estado del 2002. El índice de Gini que mide la desigualdad ha bajado desde los 49,5 puntos a los 39 puntos.


En materia política también son considerables los avances al constatar la cantidad de elecciones y plebiscitos realizados durante el periodo de Chávez (13 elecciones desde el año 1998), avalados como legítimos y competitivos por diversos organismos internacionales como la Fundación Carter[4]. Además las diversas políticas de participación directa de la ciudadanía en la gestión local han generado que la democracia Venezolana sea una de las más valoradas por la población en términos comparativos regionales[5].


La estrategia utilizada por el gobierno para generar mayor inclusión social se puede calificar como de «priorización social» en un marco institucional democrático radical, que pone de relieve los valores socialistas y hace énfasis en los objetivos sociales sobre los económicos, lo cual no compagina con el enfoque democrático liberal pragmático diseñado para maximizar la eficiencia y garantizar la viabilidad del sistema económico[6], enfoque que ha sido la matriz ideológica y programática de las fuerzas políticas herederas del punto fijismo. Es en este enfoque liberal que las críticas a la administración de Chávez ponen énfasis en una  “inflación sofocante y un gasto público creciente unido a un control de cambios, factores que han creado un creciente déficit fiscal”. Esto sumado a una creciente deuda pública con China que suma los US$42.500 millones[7]. A su vez, como señala “The Economist”, la persistencia de una matriz productiva petrolera rentista; y el alto y discrecional gasto público han agravado de forma alarmante la sustentabilidad económica y gubernamental de Venezuela[8]. El Índice d Libertad Mundial, que clasifica a las naciones en gran medida sobre la base de las libertades económicas, bajó el ranking de Venezuela de la posición 135 a 141, e hizo especial referencia a la regulación estatal del trabajo, crédito y precios.


En el marco del fallecimiento del presidente Chávez, la convocatoria a elecciones, y en especial debido a la reciente medida del gobierno provisional encabezado por Nicolás Maduro de devaluar el Bolivar en virtud de equilibrar los indicadores macroeconómicos y reducir una inflación que bordea el 20% ( medida que no ha estado exenta de críticas por parte de la población, ya que algunas cifras indican que el precio de los alimentos ha aumentado cerca de un 50%[9]) ha reflotado el debate en torno al modelo de desarrollo ha seguir por la nación Bolivariana. Analizando las cifras, las reciente políticas implementadas, y bajo los matices que existen en el Chavismo entre los sectores civiles y militares (estos últimos más cercanos a visiones estratégicas desarrollistas y de largo plazo) se puede prever que tras una segura victoria de Maduro en las próximas elecciones se buscará un concenso político para mantener las exitosas políticas sociales pero sin un considerable aumento del gasto fiscal, concentrando mayores recursos en el fortalecimiento del Estado de derecho y la inversión pública en áreas productivas. El objetivo es mejorar los indicadores de seguridad jurídica, tanto en materia penal (en 2011, por cada cien homicidios hubo nueve detenciones. “Eso quiere decir que la impunidad es total, en el 91% de los casos, siendo optimistas. Eso significa que no hay ni juicio ni condena[10]) como de inversión privada, diversificar progresivamente la matriz productiva petrolera, reducir la creciente deuda pública, la inflación y el desempleo.


Si estos objetivos no se satisfacen de forma apropiada, los aún poco consolidados liderazgos de la era post- Chávez se verán enfrentados a serios problemas de gobernabilidad. No solo la moderación del discurso y la renovación de los cuadros dirigentes de la oposición podrían jugar un rol importante en la génesis de dicha premisa, sino que principalmente debido a que las políticas  implementadas durante la Era de Chávez han permitido la constitución de una amplia clase media que como en gran parte del mundo aspira a mejores condiciones de vida, y en particular de consumo y seguridad. Parece ser que hoy, tras una fase de exitosas políticas de priorización social que han permitido mejorar sustancialmente la calidad de vida de la población, los nuevos líderes Venezolanos pondrán progresivamente mayor énfasis en la política económica para mejorar la capacidad para sortear la actual incertidumbre económica global y dotar al país de los recursos que requiere para hacer sustentables las políticas sociales y el discurso contrahegemónico del Socialismo del Siglo XXI.


Referencias

[1] http://hdrstats.undp.org/en/indicators/default.html

[2] http://datos.bancomundial.org/indicador

[3] https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/geos/ve.html

[4] Jimmy Carter: El proceso de elección en Venezuela es el mejor del mundo. Visto el 8 de marzo del 2013 en http://www.aporrea.org/venezuelaexterior/n214489.html

[5] http://www.fonpyme.gob.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=625:latinobarometro-venezuela-es-el-pais-con-mejor-percepcion-de-la-justa-distribucion-de-la-riqueza&catid=55:prensa-presidencial

[6] ELLNER, Steve. La primera década del gobierno de Hugo Chávez: Logros y desaciertos. CDC [online]. 2010, vol.27, n.74 [citado 2012-10-10], pp. 27-50 . Disponible en: <http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1012-25082010000200003&lng=es&nrm=iso>. ISSN 1012-2508.

[7] http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/10/121008_venezuela_economia_desafios_mr.shtml

[8] Economist, Venezuela’s presidential election, Here to stay, http://www.economist.com/blogs/americasview/2012/10/venezuela%E2%80%99s-presidential-election

[9] http://www.eltiempo.com/mundo/latinoamerica/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-12601531.html

[10] Zamorano, Abraham, Venezuela, el menos desigual, casi el más violento, http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/09/120911_venezuela_elecciones_2012_violencia_igualdad_az.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Elecciones Presidenciales Venezuela 2012: Continuidad, cambios y nuevos escenarios.



Por Felipe Enero Segovia

Introducción

Para comenzar cabe señalar la complejidad de analizar la coyuntura electoral venezolana en el marco de la polarización social y académica en torno al tema, es por ello que este artículo ahondará someramente en aspectos históricos claves que han marcado el desarrollo democrático del bravo pueblo; los avances y problemáticas nacionales acaecidas durante el gobierno de Chávez; y las estrategias políticas de las dos principales plataformas presidenciales.

Venezuela ha cambiado radicalmente, aunque bajo ciertas continuidades desde que Chávez ascendió al poder en 1999. El panorama político que lo antecedió estuvo enmarcado en décadas de democracia excluyente y hegemónica del llamado “pacto de punto fijo” entre los partidos de la élite empresarial y la mesocracia estatal (el socialcristiano COPEI y el socialdemócrata-liberal Acción Democrática respectivamente) en pos de generar la gobernabilidad necesaria para la implementación de un proyecto de modernización capitalista desde arriba. Los mecanismos utilizados fueron, por un lado, las prácticas clientelistas acotadas a un electorado restringido, marginando amplios sectores de la población de las políticas sociales; y por otro lado, la distribución de la renta petrolera a los sectores sociales representativos del régimen. Estos mecanismos engendrarán una continuidad en cuanto a cultura política clientelista, y economía rentista, que en el marco de las elecciones de este 2012 se ha hecho evidente.

La Revolución Bolivariana

El Presidente Hugo Chávez llega el poder en el año 1999 gracias a la figura patriótica que construyó tras el golpe de Estado fallido que encabezó en el año 1992 y los turbulentos años que prosiguieron en donde los ajustes económicos neoliberales provocaron serias convulsiones sociales y una explosión del sistema de partidos. Las ideas fuerza de su programa Bolivariano y de “Socialismo del siglo XXI” (categoría adoptada en su segundo mandato) han sido: impulso del multipolarismo en materia de política internacional; Estatización de áreas estratégicas de la economía; redistribución del ingreso; economía social y poder comunal; y aumento sustantivo de la cobertura de los servicios de salud y educación. La estrategia utilizada por el gobierno para generar mayor inclusión social se puede calificar como de «priorización social» en un marco institucional democrático radical, que pone de relieve los valores socialistas y hace énfasis en los objetivos sociales sobre los económicos, lo cual no compagina con el enfoque democrático liberal pragmático diseñado para maximizar la eficiencia y garantizar la viabilidad del sistema económico (Ellner, 2010), enfoque que ha sido la matriz ideológica y programática de las fuerzas políticas herederas del punto fijismo.

La estrategia de priorización social que se ha llevado a cabo durante la Era chavista ha sido un éxito empírico desde los más diversos enfoques paradigmáticos. El PNUD a través del “Human development index” del año 2010, basado en una ecuación que conjuga variables tales como la cobertura y calidad educativa y sanitaria, así como el grado de equidad de la distribución del ingreso muestra un aumento progresivo de la calidad de vida y equidad en Venezuela a partir del año 1999.


Como señala el periodista Luis Hernández del diario mexicano la Jornada “en el estudio de Latinobarómetro 2011, en el que se mide la percepción de la población de 18 países de América Latina con sus gobiernos, instituciones y procesos socioeconómicos, Venezuela salió muy bien librado. Es el tercer país de la región en el que la distribución de la riqueza es vista como muy justa o justa” (Hernández, 2012). Pese al éxito social, la socialización económica en el marco de una estructura global capitalista adversa; y la escasez de políticas eficaces para la reducción de la altísima tasa de delictualidad constituyen problemáticas que confrontarán al oficialismo y a la oposición en las elecciones, y en el nuevo periodo gubernamental de Chávez.

Problemáticas de Venezuela en el marco del debate y definición electoral

Como Consensus Economics indica: "Una inflación sofocante y un gasto público creciente, unido a un control de cambios, han creado un creciente déficit fiscal". "Las autoridades dependen cada vez más de la deuda externa para financiar esto", en particular de préstamos de China. De acuerdo con el medio de comunicación dedicado a las noticias financieras Bloomberg, el Banco Estatal de Desarrollo Chino le ha prestado a Venezuela, en los últimos cinco años, US$42.500 millones (Plummer, 2012). A su vez, como señala The Economist, la persistencia de una matriz productiva petrolera rentista; y el alto y discrecional gasto público han agravado de forma alarmante la sustentabilidad económica y gubernamental de Venezuela, “inflation rate of close to 20% and a black-market exchange rate almost three times as high as the official one” (The economist, 2012). Otros analistas atribuyen el problema a las políticas regulatorias del Gobierno, que son incompatibles con las realidades de la economía globalizada. El Índice d Libertad Mundial, que clasifica a las naciones en gran medida sobre la base de las libertades económicas, bajó el ranking de Venezuela de la posición 135 a 141, e hizo especial referencia a la regulación estatal del trabajo, crédito y precios (Ellner, p. 16, 2010). 

Otro gran problema que acaece en Venezuela es la corrupción gubernamental y social, pese a los avances en cuanto a implementación de mecanismos de participación efectiva de la ciudadanía en el diseño e implementación de los programas sociales. Uno de estos avances paradójicos debido a los costos colaterales, ha sido la puesta en práctica de los consejeros comunales, órganos locales democráticos y participativos con amplias facultades en materias de seguridad social y producción. Hasta la fecha, gran parte del dinero de estos consejos ha sido utilizado para la construcción de centros comunitarios, carreteras, aceras, y viviendas familiares, aunque los consejos también ofrecen préstamos a pequeños empresarios locales, tras la aprobación en las asambleas de la comunidad. Pero como señala Ellner, a pesar de mayores controles estatales, los bajos niveles de institucionalización del gobierno de Chávez han contribuido a la malversación de fondos públicos (Ellner, p. 19, 2010). 

Por último, el otro gran problema que enfrenta a la ciudadanía y a las cartas presidenciales ha sido la alarmante cifra de delictualidad y homicidios. Como señala Corrales, these people feel besieged by the worst crime wave in the world -- this year, experts expect the homicide rate to reach 70 murders per 100,000 inhabitants (in the United States, the rate is about 4 per 100,000). They are frustrated by declining real wages and scarce job prospects (Corrales, 2012). Es decir, las precarias condiciones competitivas de la economía Venezolana frente a un contexto global capitalista ha contribuido en parte, ha que sectores históricamente marginados y moldeados culturalmente bajo las lógicas clientelares mantengan e incluso profundicen sus prácticas delictivas. Otro factor que ha contribuido a este aumento de delictualidad ha sido la escasez de mecanismos coercitivos y judiciales efectivos. El Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV) señala que las políticas sociales, las misiones, todo eso en que efectivamente han hecho un gran esfuerzo, pero en 1998, por cada cien homicidios, hubo 118 detenciones. En 2011, por cada cien homicidios hubo nueve detenciones. "Eso quiere decir que la impunidad es total, en el 91% de los casos, siendo optimistas. Eso significa que no hay ni juicio ni condena. No hay razones para no delinquir en Venezuela" (Zamorano, 2012). 

En este marco de políticas sociales exitosas, pero con una precariedad económica e inseguridad creciente, la estrategia de la oposición ha girado desde la confrontación visceral hacia un nivel de mayor moderación. Generar incertidumbre en los contrarios; ganarse a los indecisos; y mantener las adhesiones de la base de apoyo (Cañizález, p. 4, 2012), constituyen las bases de toda campaña electoral exitosa, tópicos que fueron adoptados con minuciosidad por Henrique Capriles al no caer en las provocaciones verbales del presidente Chávez y generar un discurso social-demócrata de unidad nacional. Además Capriles se vio favorecido por la incertidumbre que ha causado la enfermad del presidente y su elección como abanderado de la heterogénea Mesa de Unidad Democrática el 12 de febrero de 2012, estuvo marcada por la participación de 3 millones de personas. Como señala Cañizález en la revista Foreign Affair, en la oposición ha ido tomando fuerza la tesis de que sin extremismos puede derrotarse política y electoralmente a Chávez. “Los venezolanos que se oponen a Chávez apostaron mayoritariamente por el centro político al elegir a Capriles en las primarias del MUD. Ante las elecciones presidenciales, más de un tercio de los venezolanos se definía como no alineado al momento de iniciarse la campaña en julio del 2012. Además, la movilización y la apuesta de los electores no depende tanto de una fidelidad partidista sino de una conexión emocional” (Cañizález, pp 7-8, 2012). Pese a la estrategia opositora, Chávez triunfa ante Capriles con un 55% v/s un 44% gracias a las políticas sociales y los amplios mecanismos de participación ciudadana desplegados durante su periodo, pero afrontará un escenario complejo de fragilidad económica, inseguridad social, y de articulación de una oposición cohesionada en torno al joven, moderado y popular Capriles.

Conclusiones

Si bien un acabado análisis de los avances y retrocesos gubernamentales podrían hacerle entender a Chávez y al oficialismo la necesidad de impulsar políticas que regeneren las confianzas con los inversionistas extranjeros y el capital privado nacional para así superar una endeble economía rentistas en un contexto global capitalista adverso; reformas que universalicen las políticas sociales fuera de cualquier control clientelar; junto con reformas que otorguen mayor efectividad al poder judicial y a las instituciones coercitivas y de rehabilitación, las divergencias dentro de PSUV entre “tecnócratas” y “populares” en coloquio Venezolano, junto con el problema de la sucesión presidencial hacen prever que las definiciones políticas en el seno oficialista no estarán exentas de conflictos. Estas dos posiciones deberán generar la necesaria síntesis para la continuación del proyecto Bolivariano. Al parecer la posición pos-electoral de Chávez de aceptar diálogos con la oposición sin ceder en las políticas estratégicas del "Socialismo del S.XXI", excepto puntuales "inflexiones temporales" tácticas (Entorno Inteligente, 2012), podrían abrir un camino de continuidad y superación de los desaciertos.

Bibliografía

Cañizález, Andrés y otros, “Venezuela entre signos de interrogación”, en Foreign Affairs Latinoamérica, Vol. 12 Num. 3, ITAM México, 2012.

Chávez reactiva la revolución bolivariana
http://internacional.elpais.com/internacional/2012/10/08/actualidad/1349723699_223644.html

Chirinos, Carlos, La ganancia en la derrota de la oposición venezolana, http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/10/121008_venezuela_oposicion_derrota_en.shtml

Corrales, Javier, How Chavez Does Business, Twenty-First-Century Socialism and Venezuela’s Soaring Stock Market, http://www.foreignaffairs.com/articles/138164/javier-corrales/how-chavez-does-business

ELLNER, Steve. La primera década del gobierno de Hugo Chávez: Logros y desaciertos. CDC [online]. 2010, vol.27, n.74 [citado 2012-10-10], pp. 27-50 . Disponible en: <http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1012-25082010000200003&lng=es&nrm=iso>. ISSN 1012-2508.

Economist, Venezuela’s presidential election, Here to stay, http://www.economist.com/blogs/americasview/2012/10/venezuela%E2%80%99s-presidential-election

Human Development Index: Trends 1980 – present, http://hdrstats.undp.org/en/countries/profiles/VEN.html

Lee, Brianna, Venezuela's High-Stakes Election, http://www.cfr.org/venezuela/venezuelas-high-stakes-election/p29211?cid=rss-analysisbriefbackgroundersexp-venezuela_s_high_stakes_electi-100412

Navarro, Hernández, Hugo Chávez: una cura de humildad óptica, http://www.jornada.unam.mx/2012/10/09/opinion/021a2pol

Plummer, Robert, Chávez y el reto de la economía venezolana, http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/10/121008_venezuela_economia_desafios_mr.shtml

VENEZUELA: Gobierno acelera su "Plan Socialista" para que sea irreversible
http://www.entornointeligente.com/articulo/1322770/VENEZUELA-Gobierno-acelera--su-Plan-Socialista--para-que-sea-irreversible-09102012

Zamorano, Abraham, Venezuela, el menos desigual, casi el más violento, http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/09/120911_venezuela_elecciones_2012_violencia_igualdad_az.shtml